Artículos de docentes

Artículos de docentes (4)

Ceftriaxone and ciprofloxacin restriction in an intensive care unit: less incidence of Acinetobacter spp. and improved susceptibility of Pseudomonas aeruginosa [.pdf]

JULIO CÉSAR MEDINA PRESENTADO, DANIELA PACIEL LÓPEZ, MAXIMILIANO BERRO CASTIGLIONI, AND JORGE GEREZ

Abstract
Objective. To determine whether restricting the use of ceftriaxone and ciprofloxacin could significantly reduce colonization and infection with resistant Gram-negative bacilli (r-GNB). Methods. A two-phase prospective study (before/after design) was conducted in an intensive care unit in two time periods (2004–2006). During phase 1, there was no antibiotic restriction. During phase 2, use of ceftriaxone or ciprofloxacin was restricted. Results. A total of 200 patients were prospectively evaluated. In phase 2, the use of ceftriaxone was reduced by 93.6% (P = 0.0001) and that of ciprofloxacin by 65.1% (P = 0.041), accompanied by a 113.8% increase in use of ampicillin-sulbactam (P = 0.002). During phase 1, 48 GNB were isolated [37 r-GNB (77.1%) and 11 non-r-GNB (22.9%)], compared with a total of 64 during phase 2 [27 r-GNB (42.2%) and 37 non-r-GNB (57.8%)] (P = 0.0002). Acinetobacter spp. was isolated 13 times during phase 1 and 3 times in phase 2 (P = 0.0018). The susceptibility of Pseudomonas aeruginosa to ciprofloxacin increased from 40.0% in phase 1 to 100.0% in phase 2 (P = 0.0108). Conclusions. Restriction of ceftriaxone and ciprofloxacin reduced colonization by Acinetobacter spp. and improved the susceptibility profile of P. aeruginosa.

Publicado en: Rev Panam Salud Publica 30(6), 2011

Uso racional de antimicrobianos en el Departamento de Medicina interna de un hospital universitario: resultados de una experiencia piloto

Susana Cabrera A., Leonardo Sosa, Zaida Arteta, Verónica Seija, Soledad Mateos, Abayubá Perna, Mariana Firpo, Gabriela Pereira, Gimena Lombardo, Ximena Añón, Mariela Teliz, Natalia Danese, Maynés López, Jimena Bueno, Cecilia Romero, Raúl Rozada, Virginia Antelo, Ana Laura Quijano y Djalma Oper

Sábado, 23 Junio 2012 19:56

Actualización en Clostridium difficile

Introducción
Clostridium difficile emerge en Uruguay como un patógeno problema en los últimos años generando sobre todo brotes hospitalarios y casos clínicos también en personal de salud. Genera una morbilidad importante y puede causar la muerte del paciente.
La Cátedra de Enfermedades Infecciosas ha estado recibiendo consultas varias, sobre todo vinculadas a la terapéutica, por lo cual sentimos la necesidad de resumir algunos aspectos vinculados a esta temática.
Se tomaron tres citas como referentes:

  1. O’Donoghue C, Kyne L. Update on Clostridium difficile Infection. Curr Opin Gastroenterol. 2011; 27(1):38-47.
  2. Cohen S et al. Clinical Practice Guidelines for Clostridium difficile Infection in Adults: 2010 Update by the Society for Healthcare Epidemiology of America (SHEA) and the Infectious Diseases Society of America (IDSA). 
  3. Guías Sanford 2012.

Es muy importante la sospecha temprana, las medidas de control de infección para cortar la cadena de transmisión y una correcta categorización de la infección para poder instaurar un tratamiento correcto.

Ver Actualización completa aquí [pdf]

Lunes, 18 Febrero 2013 16:16

Dengue: actualización febrero 2013

Uruguay tiene zonas infectadas con el mosquito Aedes aegypti y sus fronteras rodeadas por el virus del dengue. Las condiciones están dadas para que la enfermedad ingrese al país pero evitar la reproducción del insecto disminuiría su impacto. El dengue fue una de las enfermedades que ocupó la atención de los cientos de especialistas convocados en Punta del Este para el XV Congreso Panamericano de Infectología. Prácticamente todo el continente padece la enfermedad, sin que se pueda evitar su transmisión ni combatirla por vacunación.

Los únicos países de América libres de dengue son Canadá, Uruguay y la zona continental de Chile (la enfermedad está presente en la Isla de Pascua). Sólo en 2010 los casos reportados en el continente superaron al millón y medio de personas y se estima que por cada reporte hubo decenas que no llegaron a registrarse. En la región, Brasil, Argentina y Paraguay también enfrentan brotes de la enfermedad causada por el Aedes aegypti. En Asunción, la realidad despertó la alarma de las autoridades ya que en 2012 más de 7.000 personas contrajeron el virus y 23 fallecieron por su causa, según el ministerio de Salud de Paraguay.

Consultado por El País sobre si es inminente el ingreso de la enfermedad a Uruguay, José Luis San Martín, consultor regional sobre dengue en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dijo: “En un continente donde estamos rodeados de la enfermedad, con cientos de miles de personas que atraviesan las fronteras, es muy claro que el riesgo de transmisión existe”. Especialmente, señaló, cuando el país está infectado por el mosquito transmisor, como es el caso de Uruguay. El asesor de la OPS dijo que “las acciones deben estar concentradas en el abordaje de los factores de riesgo”, porque esa es la “forma más efectiva de lograr una protección sostenible”.

Frente a la expansión de la enfermedad y la presencia del vector en el país, el Ministerio de Salud Pública y la Intendencia de Montevideo comenzarán mañana la cuarta etapa de un plan de control del mosquito transmisor en el departamento conocido como LIRA (Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes aegypti). A través de un monitoreo georeferenciado en ocho municipios, las autoridades buscan limitar las condiciones para que se produzca un brote epidemiológico.

 

Mosquito

A diferencia de otros países del continente, Uruguay cuenta con cuatro estaciones bien diferenciadas. Esto es visto como un aspecto positivo por los especialistas, ya que el tiempo de reproducción y mayor actividad del mosquito se concentra en el verano y los meses que le siguen. Sin embargo, el Aedes aegypti presenta tipos de comportamiento que lo diferencian de otras especies más frecuentes. Por ejemplo, pica de día y no de noche, y es frecuente que no se desplace por grandes superficies sino que se mantenga en las casas, patios y sitios donde crece. En consecuencia, las personas se protegen durante la noche, pero son picadas de día (con picaduras casi imperceptibles) y en el transcurso de algo más que una semana toda su familia está infectada.

La toma de conciencia de la población en general y el trabajo coordinado entre organismos públicos y privados fue lo que más se resaltó en las exposiciones sobre la enfermedad durante el congreso panamericano. En Brasil y otros países de la región se han realizado fumigaciones masivas, pero en las casas los vectores siguieron creciendo, generaron resistencia a los insecticidas y transmitieron la epidemia.

En Uruguay ya se han detectado larvas del mosquito. Por lo tanto, si una persona ingresa al país con dengue y es picada por uno de ellos, transmitiría la enfermedad y habría entonces casos autóctonos. Frente a esta posibilidad el Ministerio de Salud Pública (MSP) desarrolló un plan de contingencia en conjunto con la OPS que, según indicó el infectólogo uruguayo Eduardo Savio, sería aplicado.

“Si desafortunadamente entra a Uruguay el dengue, pondremos en conocimiento nuestro marco teórico de acciones, que hemos trabajado con consultores de la OPS”, indicó Savio. “Se va a incrementar la vigilancia epidemiológica y sobre todo se va a dar el soporte terapéutico a esta enfermedad para que las personas no mueran. El concepto es que las personas no deberían morir de dengue”, concluyó.

 

Salvarse

El dengue es una enfermedad viral, que se trasmite a los humanos a través de la picadura de un mosquito infestado, el Aedes aegypti. Existen cuatro variaciones del virus del dengue, todas diseminadas por el continente y transmitidas de igual modo por el Aedes aegypti. Los únicos países de América libres de dengue son Canadá, Uruguay y la zona continental de Chile (la enfermedad está presente en la Isla de Pascua).

Los primeros síntomas de dengue son la fiebre sostenida durante tres y cuatro días (o más) y los dolores musculares y articulares, por lo cual muchas veces se confunde con la gripe. Sin embargo, a diferencia de otras enfermedades las complicaciones se desencadenan cuando la fiebre disminuye. Por esto, los infectólogos referentes para temas de dengue en el congreso de la Asociación Panamericana de Infectología alertaron sobre la importancia de mantener la alerta en las zonas que puedan tener exposición al mosquito transmisor.

“A una persona que sufre dengue le salvamos la vida desde el primer día”, enfatizó Eric Martínez, consultor internacional de la OPS. Según el infectólogo, al comienzo de la enfermedad no es posible distinguir cómo se manifestará. Pero sí es posible aumentar la hidratación, guardar reposo y estar alerta a la aparición de síntomas de riesgo. Estos son: dolor abdominal, vómitos persistentes y en algunos casos, sangrado de mucosas. En muchos países de la región, los casos de gravedad se dieron porque esta primera etapa de atención fue subestimada.

Una de las novedades de la vigilancia epidemiológica es que no se habla de dos “tipos” de dengue, en cuanto a dengue moderado y dengue hemorrágico, sino de una sola enfermedad que tiene diferentes manifestaciones. Entre el millón y medio de personas que adquirieron el virus en América durante 2010, la mayoría sólo experimentó fiebre, y sus síntomas desaparecieron una vez que ésta se fue. Pero hubo 40.000 (casi 3%) que enfrentaron hemorragias severas, derrames internos y casos de shock hemorrágico y deshidratación. Las muertes en estos casos llegaron a las 850 personas.

Existen cuatro variaciones del virus del dengue. Todas están diseminadas por el continente y son transmitidas de igual modo por el Aedes aegypti. No existe una que se asocie a una manifestación grave, pero sí está comprobado que las personas afectadas por más de un serotipo durante su vida, desarrollan la enfermedad con mayor gravedad.

Algunos países ya cuentan con pacientes con los cuatro serotipos dentro de su organismo, lo cual provoca la afectación de órganos que hasta ahora no habían sido vinculados con el dengue 1,5 millón de infectados en 2010.

En 2010 los casos reportados en el continente superaron al millón y medio de personas, y se estima que por cada reporte hubo decenas que no llegaron a registrarse.

La mayoría sólo experimentó fiebre y sus síntomas desaparecieron una vez que esta se fue. Pero hubo 40.000 (casi 3%) que enfrentaron hemorragias severas, derrames internos y casos de shock hemorrágico y deshidratación. Las muertes llegaron a las 850 personas.

Se estima que cada paciente hospitalizado por dengue cuesta al país entre 1.000 y 1.500 dólares.

 

Descarga aquí el pdf con la información completa